Sales de la tumba y poco a poco, comienzas a caminar, tus podridas piernas no dan más de si. Lentamente tus colegas no-muertos se te unen hasta formar una horda pútrida. A paso lento pero incesante, llegáis a la ciudad y comienza el festín. Gritos, sangre, vísceras y todo tipo de órganos. ¡Bienvenido a Mallorca Zombie Walk!